Manuel Goméz Amigó
Director de Relaciones Internacionales e Institucionales de Loterías del Estado

El ser centenario tiene que ver con la vocación de servicio.

“Mi mirada, que siempre ha sido azul, se dirige cada día a la imagen de la Virgen del Carmen que preside mi despacho, patrona de hombres y mujeres de la mar. Y es que sigo considerándome marino de guerra, han sido 30 años navegando, 40 en la Armada Española… he viajado por múltiples mares, he sufrido muchos temporales y sigo disfrutando mucho cada vez que me embarco”.

“La primera vez que pisé un barco de Trasmediterránea fue en septiembre del año 79, estaba destinado en Palma de Mallorca y recuerdo perfectamente embarcar en un maravilloso y romántico barco que se llamaba Ciudad de Pamplona. Me fascinaba mirar cómo se introducían en las bodegas del barco los coches…Tengo una vivencia curiosa, corrían las Navidades de 1980 regresábamos el día 30 pero se desató un temporal y los barcos de Trasmediterránea no pudieron salir y lo hicieron la tarde del 31. Todo estaba previsto al detalle salvo una cosa…no se les ocurrió embarcar uvas y recuerdo que es la única vez en mi vida que las doce campanadas fueron doce mordiscos a un bocadillo de chorizo… Ahora me divierte mucho contarlo, iba con mi mujer. Y he de decir que no fue un mal año, así que entiendo que aquello tampoco fue mal presagio.”

“He visto una evolución de Trasmediterránea en material y personal gigantesca. Los servicios y empleados son de una alta profesionalidad, y da gusto. Veo un paralelismo con Loterías y Apuestas del Estado. Nuestro nacimiento fue con el Rey Carlos III. Tenemos 253 años, pero lo que tengo claro es que ser centenario tiene que ver con una vocación de servicio.

“Trasmediterránea y Loterías del Estado están en la tradición española. Son dos compañías que han hecho marca España y podemos repasar las historias de nuestras compañías paralelamente a la historia de nuestro país”